El amigo inoportuno

A continuación voy a nombrar cinco signos de adicción a las nuevas tecnologías.

Extrovertido: nunca creíste que podrías tener tantos amigos en la vida. Cualquier persona se siente satisfecha y feliz de contar con un amplio número de amigos en su vida. A parte de la familia, constituyen una parte muy importante en la vida de cualquier persona, pues son con los que compartimos parte de nuestros mejores momentos, risas, alegrías, y como no, esos secretos que no puedes contar a tus padres que seguramente se escandalizarían. Pues bien, con las redes sociales nuestros "amigos" se han multiplicado. La palabra amigos indudablemente debe de ir entrecomillada, pues no todas las personas que nos siguen en las redes sociales los conocemos realmente, físicamente. Por supuesto, actualmente las redes sociales se utilizan también como una herramienta de trabajo, sobre todo para todos aquellos que estudiamos periodismo o cualquier otra carrera que te obliga a estar en contacto continuamente con personas de todo el mundo. Sin embargo, la otra parte por la que abrimos cualquier portal es la necesidad de ampliar nuestros contactos sociales, soñamos con una gran red social.

Estrés: quién no hemos padecido ansiedad por no poder conectarnos a Twitter, Facebook o Tuenti debido a la mala conexión que hay en distintos lugares. Muchos padecemos esa necesidad de estar comentando en todo momento lo que se nos pasa por la cabeza con la finalidad de que nuestros seguidores nos retuiten o que otras personas se interesen por seguirnos. Al no poder hacerlo, nos entra hasta mal humor, un hastío que no entendemos muy bien como remediarlo, pero que cesa al ver nuestro tuit cargado y subido en esa gran plataforma que es Twitter. 

Temerario: ¿Os habéis encontrado ante el peligro de ser atropellado por un coche al estar tecleando a la vez que cruzamos la calle? Pues bien, es otro síntoma de tu adicción. Todos contamos con una panadería no muy lejos de nuestra casa, que en 10 minutos compras el pan y llegas a casa. Pero eso no nos vale, aún así cogemos el móvil por si en esos miserables minutos alguien nos habla, o ha pasado un gran acontecimiento que se ha convertido en TT. Sabemos que es absurdo, pero en el bolsillo irá el dispositivo y con la esperanza de que suene.

Desayuno con diamantes: en este caso, Desayuno con tu móvil. Sí, los enganchados antes de servirnos el café y untarnos las tostadas, consultamos el Twitter, y como no, el whatsapp. Antes de dar los buenos días a la familia, se lo damos al dispositivo, y las buenas noches no podría ser menos. 

Mala compañía: mi favorita. Llevas una tarde totalmente aburrida, metido en el ordenador, abriendo mil veces el Tuenti, releyendo una y otra vez los tuits. Pero de repente te llaman tus amigos para ir a tomar una caña. Lo normal es que seas la compañía perfecta por el horrible aburrimiento que has padecido toda la tarde. Pero entonces se une un nuevo amigo al grupo, TU MÓVIL!!! A tus amigos no les cae bien, pero tu te vuelves en el mayor defensor, alegando que será la última vez que al nuevo miembro le das todo tu protagonismo. Te guardas el móvil en el bolsillo, vuelves a conversar como una persona normal. Pero entonces escuchas ese sonido tan característico que te hace perder el hilo de nuevo de toda la conversación. Lo sacas, por supuesto, y ya tus amigos se dan por vencidos.

¿Con cuál te sientes identificado? O en mi caso, ¿padeces los cinco?

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