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lunes, 30 de mayo de 2011

Nuestro futuro en manos del desarrollo tecnológico


El largometraje "Wall-e" lo considero uno de los mejores ejemplos sobre critica social hacia las nuevas tecnologías. El argumento trata de que a lo largo del siglo XXI, la Tierra se rige por la megacorporación Buy n Large (BnL), causando una producción excesiva de basura y cubriendo la Tierra con ella hacia el año 2112. En un intento de resolver la situación, la población de la Tierra es evacuada en lujosas naves espaciales de la megacorporación, mientras que un ejército de robots compactadores de basura llamados WALL-E se establecen en la Tierra para restaurar y limpiar el planeta. El plan falla cinco años después y, de esa manera, la humanidad se ve obligada a establecerse en el espacio indefinidamente.
En esas naves se observa cómo los individuos dependen totalmente de los servicios de las tecnologías, desde comer, vestirse hasta necesitar ayuda para desplazarse, no pudiendo hacerlo por ellos mismos.
La mano de obra tradicional ha desaparecido, todo lo hacen las máquinas y ello contribuye a disminuir las capacidades físicas de las personas para poder realizar una actividad tan sencilla como es el comer. Ya no necesitan pensar, la nave lo hace por ellos. Por tanto las decisiones tampoco son competencia de las personas, lo son de la nave espacial.
Las decisiones son fruto de un comportamiento racional entre seres humanos, que es lo que nos diferencian del resto de seres vivos, y por supuesto, de las máquinas. Las tecnologías son creadas por el hombre, pero carecen de esa racionalidad.
Se trata de una película de animación, cuyo objetivo es que pueda ser entendido tanto por adultos como para niños, sobre todo estos últimos, pues ellos serán nuestro futuro, y de ellos dependerá la evolución del ser humano y la correcta utilización del mundo tecnológico.
En el final de la película queda patente una crítica social hacia nuestra dependencia de la tecnología. Es una buena reflexión sobre nuestro futuro, pues el argumento no deja mucho para la imaginación, dejando bastante claro que nuestra función en el mundo quedará en un segundo plano, y la principal protagonista será la tecnología.





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