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lunes, 5 de diciembre de 2011

Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad



Creo necesario dedicar una entrada a "La Nueva Era de 1969: El hombre pisa la Luna por primera vez". Fue el gran acontecimiento de la humanidad, y por supuesto, de los Estados Unidos. Fueron millones de personas de todo el mundo los que pudieron presenciar televisivamente el gran hecho.  Sin embargo, este acontecimiento siempre ha estado en torno a grandes rumores en cuanto a la veracidad de su retransmisión. 

Para empezar, debería realizar un pequeño contexto de la situación. 16 de julio de 1969, Apolo 11 se convierte en la primera misión tripulada en llegar a la superficie de la Luna. El Apolo 11 fue impulsado por un cohete Saturno V desde la plataforma LC 39A y lanzado a las 10.32, hora local del complejo de Cabo Kennedy, en Florida (Estados Unidos). La tripulación del Apolo 11 estaba compuesta por el comandante de la misión Neil A. Armstrong, de 38 años; Edwin E. Aldrin Jr.. de 39 años; y Michael Collins, de 38 años. El comandante Neil Armstrong fue el primer ser humano que pisó la superficie de nuestro satélite el 21 de julio de 1969 a las 2.56 (hora internacional UTC) al sur del Mar de la Tranquilidad, seis horas y media después de haber alunizado. 

Estados Unidos decide que el momento será retransmitido televisivamente a todo el planeta. Para ello se utilizaron  las instalaciones del Observatorio Parkes (Australia) y se optó por la señal de la estación Honeysuckle Creek, cercana a Camberra (Australia). Las instalaciones del MDSCC en Robledo de Chavela (Madrid, España) también pertenecientes a la Red del Espacio Profundo, sirvieron de apoyo durante todo el viaje de ida y vuelta. 

Hasta ahí todo parece correcto y de fácil realización. Sin embargo, las dudas surgen en el momento en que se decide la retransmisión en DIRECTO del momento en el que Armstrong baja de la nave y pisa la Luna. Estamos hablando de 1969, un año en el que la tecnología no contaba con todo el desarrollo que cuenta ahora. Además, es sorprendente que una superpotencia como Estados Unidos, no le importara correr el riesgo de cometer algún fallo durante la retransmisión: mala señal, un problema técnico, un accidente de cualquiera de los tripulantes... Un dato curioso es que la señal se realizara a través de Camberra, ciudad  que ese mismo día fue azotada por un gran huracán, que por suerte no causó ningún problema en la retransmisión. 

El mundo se encontraba en medio de la Guerra Fría. Rusia y Estados Unidos permanecían en un constante enfrentamiento por la supremacía. La llegada de la Luna supuso un gran triunfo para los estadounidenses y a toda costa debían demostrar que ellos eran los mejores. Entonces Nixon era el presidente de los Estados Unidos y todos conocemos su gran apodo "Nixon, el tramposo". Tuvo que renunciar a su cargo por su participación en el caso Watergate. 

Todos estos datos nos obligan a tener la libertad de dudar de todo aquello que nos cuenta el poder establecido. Por supuesto no deberíamos dudar en que los estadounidenses fueron los primeros en pisar la Luna, pero sí que deberíamos dudar en su retransmisión en directo. Nos encontramos en el 2011, y con todos los avances tecnológicos, aún existen fallos en las simples retransmisiones de los mundiales de fútbol. 

Ante todo esto, nos preguntamos si la retransmisión televisiva de un hecho tan decisivo en la historia de la humanidad ocurrió tal y cómo nos cuentan. Después yo me pregunto si todos los acontecimientos importantes nos han sido contados con la veracidad que ello implica, es decir, siempre estamos inmersos en un mundo que en realidad nos sabemos si es verdadero, pero es mejor que no nos pongamos a reflexionar ante temas que están fuera de nuestro alcance.  











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